Hoy más que nunca la crianza de los hijos representa un desafío sumamente complicado. La cultura ha socavado muchos de los límites morales que ayudaban a hacer de ella algo más fácil. El relativismo, ha acabado con principios esenciales tales como “lo que es bueno y malo”, los cuales servían como excelente guía de vida, inculcando respeto, obediencia y disciplina.

Lamentablemente, éstos han sido sustituidos por un sistema que promueve cada vez más un excesivo liberalismo, que en el fondo es el egoísmo individual de “lo que siento y lo que quiero”. Dejando la gran responsabilidad de tomar decisiones de vida importantes, en manos de personas que NO están listas para hacerlo, pues su pensamiento crítico no ha terminado de desarrollarse (según los expertos en neurociencia y desarrollo humano, es hasta la edad de 25 años que el cerebro alcanza su máxima capacidad de madurez en cuanto al pensamiento crítico-reflexivo, el cual nos permite tener conciencia entre el bien y el mal).  

Todo lo anterior enfatiza la relevancia de la crianza responsable. Es fundamental que en nuestro rol de padres estemos alertas y activamente involucrados, para no ser partícipes por comisión u omisión del daño o incluso la destrucción de la vida de nuestros hijos. Pero cuidado, el peligro de la crianza, no solamente está afuera, sino también en nosotros mismos, al ser padres complacientes, permisivos o ausentes, o al caer en el otro extremo, siendo severamente autoritarios, controladores y posesivos, por temor a repetir ciertos patrones de conducta de nuestros padres, que en su momento nos dañaron.

La crianza de los hijos requiere de un sano equilibrio…

Una crianza apropiada es aquella que está intencionalmente llena de amor, dedicación, sabiduría, ejemplo, disciplina y gracia.  Sí, la crianza es probablemente una de las tareas más desafiantes, demandantes y complejas que puedan existir, pero a la vez, es de las más hermosas y gratificantes que juntos como matrimonio podamos emprender, para el beneficio de nuestros hijos.

Por otra parte, por favor, recuerda que tus hijos, al igual que tú, son seres integrales, por lo que enfocarte en atender solo la parte material mediante provisión económica y educación, NO es y jamás será suficiente. Ellos nacieron con las mismas necesidades internas fundamentales que un día tu tuviste, las cuales van mucho más allá de las materiales e intelectuales. Nunca olvides que tus hijos también tienen necesidades emocionales, psicológicas y espirituales que debemos atender y ayudar a satisfacer… Así que ¡Involúcrate y promueve el crecimiento en cada área de su vida!

Los hijos son un valioso regalo que Dios nos da…

Finalmente, los padres nunca deberían perder de vista que los hijos son un valioso regalo que si bien no les pertenece, les ha sido confiado, por tanto, uno de los roles primarios que Dios les encomendó, es el de formar seres que le conozcan y reflejen su corazón al mundo. Éste, si bien es un maravilloso privilegio, también conlleva una gran responsabilidad, por lo que debemos ser muy cuidadosos con repetir o adoptar métodos de crianza, que puedan no solo robar la alegría natural de nuestros hijos, sino también dejarles cicatrices en su corazón, las cuales muy probablemente les acompañarán el resto de sus vidas.

Te animamos a criar a tus hijos como Dios cría a los suyos “con gracia”. Teniendo en cuenta que, la gracia no deja fuera el respeto, la obediencia, los límites y la disciplina que por supuesto son necesarias, pero sí determina la forma de aplicar todo ello en el marco del amor y la sabiduría. La crianza llena de “gracia”, está formada por seres imperfectos y dirigida a personas imperfectas, donde TODOS están en un proceso de crecimiento, en el cual sin duda cometerán errores, pero a pesar de ellos seguirán ayudándose mutuamente a continuar avanzando, porque juntos están aprendiendo a ser mejores.

Haz la prueba, en este ambiente los hijos pueden crecer libres para ser vulnerables y cometer errores, pero a la vez, serán inspirados a convertir dicha vulnerabilidad en fortaleza y madurez. Abraza el corazón y el futuro de tus hijos con una crianza saludable, una que este llena de GRACIA…

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