AGUILAR

               &

                    SALVATIERRA

“Compartimos el gusto por la naturaleza, amamos ser como niños pequeños que se sorprenden observando los pequeños grandes detalles de la creación, también nos encanta la lectura, y nos cautiva la quietud… Nuestra mayor pasión es no solo conocer, sino experimentar a Dios en nuestra vida diaria y de esa manera ayudar a que otros puedan experimentarlo también. De ahí que nuestra misión de vida es amar al prójimo y dar nuestra contribución para hacer de éste un mejor lugar en nuestro breve paso por la tierra…”

Por otra parte, somos una pareja intercultural, con muchos matices… Juan Diego, es mexicano y Hazel es guatemalteca. Ambos con estudios bíblico teológicos y una especialidad en Consejería. Es fascinante como cada uno con sus características particulares suma algo especial, a este equipo de soñadores… Diego, constituye el pilar que da estabilidad, con su capacidad lógica y analítica proyecta y también visiona riesgos, él es quién programa, graba y edita. Hazel, es la esencia creativa, empática y extrovertida, ella es quien diseña, redacta y tiene una habilidad natural para cuidar los detalles. Sin duda alguna, Diego es el cerebro y Hazel el corazón… Pero, aunque somos totalmente opuestos, juntos logramos un gran equilibrio.

Pero eso no es todo… Viendo en retrospectiva, ambos tenemos una historia difícil que nos marcó, ambos venimos de una familia y vida quebrada, heridas que al ser puestas en las manos correctas un día se convirtieron en cicatrices que nos motivaron a escribir una nueva historia… ¡Somos un testimonio vivo de esperanza! Fue así como unimos nuestra vida en matrimonio estando convencidos de tener un propósito mucho más grande que nosotros mismos “compartir ese abrazo de amor verdadero que un día recibimos y cambió nuestra vida, curando el pasado y soplando vida al futuro…” Fue así como surgió el sueño al cual llamamos ABRAZANDO VIDAS.

Estamos convencidos que una vida mejor es posible, pero hemos aprendido que ella no simplemente ocurre, sino que debemos construirla. Debemos ser partícipes, más no protagonistas… Por ello nos dedicamos a acompañar a otros en ese proceso de autodescubrimiento, sanidad y restauración, que finalmente les permita encontrar sentido, propósito, y una vida plena en Dios…

“No soy grande, pero Tú Señor, eres muy grande. Y en tu soberanía asombrosa, puedes hacer que mi pequeña vida haga una diferencia mucho más allá que todos mis pequeños poderes”. John Piper

Nosotros

Nosotros anunciamos a Cristo, y con toda sabiduría aconsejamos y enseñamos a todos, para que lleguen a ser perfectos como Cristo. Para esto trabajamos y luchamos con la fuerza y el poder que Cristo nos da.

Colosenses 1:28-29 TLA